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IRON MAIDEN – MONTERREY – ESTADIO UNIVERSITARIO 25/FEBRERO/2009

Hallowed be thy Name

I’m waiting in my cold cell, when the bell begins to chime.
Reflecting on my past life and it doesn’t have much time.
‘Cause at 5 o’clock they take me to the Gallows Pole,
The sands of time for me are running low…

Running low–ooohhh…
When the priest comes to read me the last rites,
I take a look through the bars at the last sights,
Of a world that has gone very wrong for me.

Can it be that there’s some sort of error?
Hard to stop the surmounting terror.
Is this really the end, not some crazy dream?

Somebody please tell me that I’m dreaming,
It’s not easy to stop from screaming,
But words escape me when I try to speak.
Tears flow but why am I crying?
After all I’m not afraid of dying.
Don’t I believe that there never is an end?

As the guards march me out to the courtyard,
Somebody cries from a cell «God be with you».
If there’s a God then why does he let me go?

As I walk my life drifts before me.
Though the end is near I’m not sorry.
Catch my soul, it’s willing to fly away.

Mark my words believe my soul lives on.
Don’t worry now that I have gone.
I’ve gone beyond to see the truth.

When you know that your time is close at hand,
Maybe then you’ll begin to understand
Life down here is just a strange illusion.

Yeah, yeah, yeah…Hallowed be Thy name
Yeah, yeah, yeah…Hallowed be Thy name
Yeah…………………………….

 

The Trooper lyricsYou’ll take my life but I’ll take yours too
You’ll fire your musket but I’ll run you through
So when you’re waiting for the next attack
You’d better stand there’s no turning back

 

The bugle sounds as the charge begins
But on this battlefield no one wins
The smell of acrid smoke and horses breath
As you plunge into a certain death

The horse he sweats with fear we break to run
The mighty roar of the Russian guns
And as we race towards the human wall
The screams of pain as my comrades fall

We hurdle bodies that lay on the ground
And as the Russians fire another round
We get so near yet so far away
We won’t live to fight another day

We get so close near enough to fight
When a Russian gets me in his sights
He pulls the trigger and I feel the blow
A burst of rounds takes my horse below

And as I lay there gazing at the sky
My body’s numb and my throat is dry
And as I lay forgotten and alone
Without a tear I draw my parting groan

¡Demonios!

<!–Héctor Rosas y Paula Ruiz//–>Iron Maiden prende a casi 30 mil fanáticos anoche. Los ingleses ofrecen un desenfrenado y espectacular show en el Estadio Universitario

Héctor Rosas y Paula Ruiz

(26 febrero 2009).- Su aparición en el escenario fue una sacudida al corazón.

Todos esperaban ansiosos el arribo de Iron Maiden, que por dos horas fue amo y señor de la noche y también de la voluntad de 28 mil 500 fanáticos que, «poseídos», se rindieron al estrujante sonido metalero de la banda inglesa.

El alarido del público hizo un eco a las 21:05, hora en que dio inicio el concierto, para fundirse con Somewhere Back in Time World Tour 2009 que trajo el grupo anoche al Estadio Universitario y que, al igual que hace un año cuando se presentó en la Arena Monterrey, sacudió las emociones del público, no sólo regio, sino de diferentes ciudades.

Steve Harris (bajista), Bruce Dickinson (vocalista), Dave Murray (guitarrista), Adrian Smith (guitarrista), Janick Gers (guitarrista) y Nicko McBrain (baterista) arrancaron su noche con «Aces High», seguida por «Wratchild», «2 Minutes to Midnight» y «Children of the Damned».

Cada canción era motivo de un grito ensordecedor por parte de la audiencia, que en su mayoría estuvo comprendida por hombres, jóvenes, adultos y también menores de edad.

El desgarrador sonido de las guitarras y el bajo fue suficiente para provocar la locura, aunque la producción fue pieza importante (e impactante), ya que contó con un llamativo juego de luces enlos dos niveles del escenario, que en el fondo tenía telones que se intercambiaron con el tema en turno.

Hubo pirotecnia y en medio de ésta mostraron su gigantesca y demoniaca mascota.

«La Doncella de Hierro» estaba obligada a incluir hits como «Phantom of the Opera» y «The Trooper», inspiración de Harris para su álbum Piece of Mind, editado en 1983.

«¡Oooe, oe, oe, oe, Maiden, Maiden, oooe oe, oe, oe, Maiden, Maiden!», a coro gritó la fanaticada sedienta del heavy metal del sexteto formado en 1975.

A pesar de que los músicos ya pisan los 50 años de edad, en el escenario parecían recobrar juventud por la energía que derrocharon al saltar, sacudirse, correr apresurados de un lado a otro y la manera de arrebatarles sonidos a sus instrumentos.

Dickinson dejó claro que a sus 51 años su garganta sigue potente. No parecía cansarse a pesar de que su canto por momentos resulta desgarrador, así como sus gritos, que fueron infalibles para contagiar al público que coreó con él sus melodías.

El cantante y piloto aviador se dio tiempo de jugar, pues en «The Trooper» se puso un saco rojo y ondeó una bandera británica, que luego cambió por una gabardina negra desgarrada y más tarde sorprendió con una máscara con plumas.

«¡Vamos, Monterrey!, ¡grita, Monterrey!», expresó Dickinson. Y sus palabras fueron una orden: la fanaticada estalló.

Además de ser vibrante, el concierto fue explosivo, literalmente, porque como parte de su producción, Iron Maiden se acompañó de pirotecnia.

«Wasted Years», «Powerslave», «Run to the Hills» y «Fear of the Dark» fueron la delicia del público que esperó con ansia la aparición de un invitado especial: Eddie the Head, la mascota del grupo que arribó con el tema «Iron Maiden», a las 22:30 horas, aunque sólo estuvo en el escenario el tiempo que duró la canción.

Fue la locura.

Quiso decir adiós, pero el público no se lo permitió. Iron Madien volvió al escenario para incluir «The Number of the Beast», título de su tercer álbum y el primero en el que Dickinson fungió como vocalista.

Otra gran sorpresa fue cuando Cyber Eddie apareció por un extremo del escenario mientras se escuchaba «The Evil That Men Do».

Y así, con ese ambiente de energía y adrenalina, el show tenía que terminar. Los británicos se despidieron a las 22:50 horas, dejando a su público con un acelerado ritmo cardiaco.

 
 
Velada intensa
 
· Canciones: 16
· Asistentes: Alrededor de 28 mil 500 personas
· Qué calor: Hubo quienes se quitaron la camisa para refrescarse.
· Violentos: Al término del show se armó una trifulca en zona de platea. Fueron detenidos 10.
· Saldo rojo: Una joven sufrió fractura de cráneo (fue hospitalizada), uno más un esguince y otro congestión alcohólica. 45 personas fueron atendidas por la Cruz Verde por dolores de cabeza, desmayos e insolación.
 
 
 
Suertudos: Boletos al 50%
 
Los fans que a última hora compraron sus boletos para ver a Iron Maiden fueron unos suertudos.

A un lado de las taquillas se anunciaba que en la compra de un cachito para la Lotería Nacional de 30 pesos se hacían acreedores de un descuento del 50 por ciento para preferente. En lugar de 600 pesos pagaron 300.

Alejandro Jasso